Lo que mas me gustaría destacar en mi Acero News de esta semana es la patente des-humanización presente en todas las áreas dignas de observación y la confirmación de que a pesar de cualquier gran depresión económica previa y las obvias lecciones que habrían de extraerse, el lobo continúa siendo un lobo para el hombre.
Sea de proveedor a cliente y / o de cliente a proveedor, uno acaba convirtiéndose en un auténtico héroe o heroína para salir indemne de la enorme presión, el poco entendimiento y el inmenso poder, el poder ilimitado de la Oligarquía (entiéndase aquí los grandes Sres. del Acero) quienes continúan subiendo impacablemente sus ya inflados precios y poniendo en venta muy poco acero en el mercado con el objetivo de mantener el precio lo mas alto que la demanda existente permita y acepte.
Vayamos por partes.
España tiene una deuda (en estos momentos, histórica) de más de un billón de euros y la economía global continua siendo precaria. Es más, la amenaza de un gran crash económico se cierne cada vez con más fuerza (de facto está ahí, es solo cuestión de saber cuando estallará) sobre el mundo.
No soy pesimista. Soy genéticamente positiva pero la realidad es esta y las grandes compañías siderúrgicas están equivocando la estrategia. EL cortoplacismo solo funciona con algunos valores en bolsa y siempre que los maneje un bróker muy hábil y aquí no estamos hablando de Wall Street si no de la industria y por defecto del consumidor final.
Lo único bueno de esta situación (hablando de la bolsa) es la conveniencia de invertir, ahora, en los valores del metal ( eso sí, siguiéndolos muy de cerca, la situación puede cambiar rápidamente en estos momentos ).
Lo malo de las subidas salvajes es precisamente eso, su salvajismo: el haber convertido lo que han de ser negociaciones que normalmente ya son duras de por sí, en campos de batalla donde solo el mas fuerte gana y el débil se queda abandonado a su suerte, recogiendo sus propias migajas.
Durante las últimas semanas he pasado de disfrutar enormemente con los cambios (veníamos de niveles de precios muy bajos, de aburridos mini-precios, con lo cual las subidas han añadido adrenalina a mi –ya de por si- dinámico día a día) a plantearme cuestiones de índole ético-morales.
Quiero trabajar en de forma ética. Quiero tratar a mis clientes y a las compañías con las que trabajo de forma moralmente aceptable. Quiero actuar limpiamente.
Me gustaría un sector acerístico sostenible. Una economía sostenible. Un sistema sostenible. Un sector industrial relativamente libre (asumo que la libertad completa no existe pero me conformaría con la libertad relativa), que no viviera amenazado y sometido por los grandes señores feudales del Acero.
No soy ingenua. Simplemente trato de utilizar la lógica. Cómo ya avancé en uno de mis primeros Acero News: más dura será la caída. Las subidas salvajes en el momento económico en el que nos encontramos sólo pueden traer un breve frenesí del que todos los involucrados estamos disfrutando, hasta ahí todo bien. Recordemos, no obstante el 2008. Recuerdo que mi precio de venta mas alto alcanzó, en agosto de aquel año, los 1.395 euros/tn. Creo que fue el precio más alto de venta en toda Europa. El summun de la felicidad en una palabra. La felicidad sublime. Unos días más tarde Lehmann Brothers quebraba y con él el resto. A partir de ahí y como no podía ser de otra manera, los precios del acero cayeron progresivamente y la orgía de ganancias pasó a formar parte de la memoria histórica.
Intuyo que la historia se repite. Que las grandes compañías del acero no han aprendido la lección ni tienen ningún interés en aprenderla. Que La Unión Europea (¿?) mira hacia otro lado por que entiende que estamos en una economía de libre mercado.
El hombre y en este caso la industria acerística mundial, está tropezando dos veces en la misma piedra. Sé positivamente que en algún futuro de mi Acero News escribiré “ de aquellos polvos vienen estos lodos”. Entretanto, continuo en mi línea de motivación habitual, jugando con las cartas de las que dispongo y tratando de actuar de la forma mas correcta posible.
Hay que re-pensar el Acero.
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