miércoles, 18 de mayo de 2016

CARNIVOROUS VULGARIS


En mi sección de motivación personal y liderazgo de la semana, me gustaría analizar un interesantísimo caso del que podemos (y debemos) extraer algunas valiosas lecciones. 

Hace más de 45 años que nuestro malogrado Coyote (Carnivorous Vulgaris) intenta cazar sin éxito de ningún tipo al pluscuamperfecto Correcaminos 

(Acceleratti Incredibilus). 

El Coyote se encuentra completamente solo en el desierto de Arizona y ha convertido a dicha ave en su objetivo vital, empleando para ello todas las astucias necesarias y perfeccionando sus poco ortodoxas técnicas de caza con los productos de la marca Acme (Acme products) que recibe regularmente por correo y que no solo no le ayudan si no que terminan perjudicándole a él, convirtiéndole en víctima y objeto de todas las humillaciones de AccelerattI Incredibilus ,

(Correcaminos). 

Realizaré un breve recorrido por algunos de los mas penosos episodios vividos por Carnivorous Vulgaris:

· Coyote víctima de su propia trampa para Correcaminos (comprada en la Corporación Acme).

· Coyote cayendo desde un acantilado. Una vez tocado suelo le cae una piedra de entre 800 a 1000 kgs. Correcaminos se asoma por el acantilado, le mira y le dice “bip-bip”.

· Coyote reflexionando sobre su vida o sobre el hambre que padece. Llega el Correcaminos le dice “bip-bip” , Coyote se asusta, tropieza y vuelve a caer por un acantilado ( esta vez sin fondo ). Vuelve a caerle una piedra, esta vez de 2 toneladas. Correcaminos pasa a su lado a una velocidad aproximada de 449 km/hora. A su paso también le dice “bip-bip”.

· Coyote completamente chamuscado debido a fallo al hacer explosionar los explosivos de la marca Acme (originariamente pensados para acabar con el Correcaminos).Correcaminos le observa en la lejanía sin entender nada. Se acerca para interesarse por su lamentable estado. Vuelve a decirle “bip-bip”.

El gran problema del Coyote no es el Correcaminos si no él mismo. El es su peor enemigo. 

El Coyote se ha convertido en un fanático, ha perdido el sentido de la realidad y ha caído por un precipicio en el que no dejan de caerle piedras de entre 800-1000 kgs, de explotarle en su naricilla de Coyote los explosivos de la consabida Acme (que por cierto, debería de demandar hoy mismo ante la ineficacia de sus productos) y de sufrir en su malogrado cuerpecillo de Coyote hambriento toda suerte de calamidades de las que acaba saliendo vivo pero física y emocionalmente muy dañado. Y lo peor: el Coyote ya está marcado de por vida por las continuas humillaciones a las que –implacablemente-, le somete el Correcaminos (Acceleratti Incredibilus).

Coyote no ha entendido que el Correcaminos está fuera de su control. No ha aprendido –aún y a pesar de todas las tremendas calamidades sufridas en forma de pedruscos; explosivos; trampas para Correcaminos Acme y heridas producidas por Yunques de acero de la misma marca-, que el Correcaminos es un ente que no podrá controlar jamás. Su obsesión le está llevando a la pura autodestrucción y el es el único responsable.

No queremos ser Coyote. Los fanatismos radicales y las obsesiones dirijidas a personas; negocios; cosas; deseos; situaciones fuera de nuestro control, son completamente destructivas y nefastas para el desarrollo y el crecimiento personal. 

Queremos construir. Queremos crecer. Y queremos hacerlo con calidad y sobretodo, con felicidad personal.

En el transcurso de nuestra vida y nuestra carrera profesional vamos a encontrarnos con el Correcaminos más de una vez. Cuando lo hagamos es mejor mirarlo, aceptar que está fuera de nuestro control y dejarlo ir. Incluso escuchar su “bip-bip” sin mostrar la más mínima afección posible. Dejar ir, no luchar, es en estos casos, la mejor y mas beneficiosa estrategia para nosotros y nuestra vida. 

Y en el caso de que alguna vez tenga que cazar algo para sobrevivir en medio del desierto, no compre Acme products. Mire como ha acabado el Coyote.


0 comentarios:

Publicar un comentario