jueves, 3 de noviembre de 2016

UN LÍDER EN EL ADN


“He escuchado que enviarán a dos personas a Marte y me gustaría ir, pero tengo 7 años y no puedo“.


Esta declaración de principios fue esgrimida por Dexter Anderson en la carta que le escribió a la NASA hace unas semanas y que ha dado la vuelta al mundo, como no podía ser de otra manera.

Este niño-promesa merece ser el protagonista absoluto de mi sección “Empresa y Liderazgo” de esta semana, sin duda alguna.

La carta que ha escrito a la NASA en la que expresa su deseo de ir a Marte, en la que reconoce, que aunque quiere, aún no puede y en la que pregunta que es lo que tiene que hacer para ir a Marte en un futuro, es el compendio perfecto de lo que es un líder de nacimiento. Un líder de tripa. Un líder de víscera. El líder que necesitaría cualquier empresa que quiera estar en el mercado y progresar sin límite. 

Dexter podría, con sus 7 añitos, dar clases de liderazgo en las universidades más prestigiosas del globo.

Me gustaría analizar, brevemente, lo que más me ha llamado la atención en su carta de niño de 7 años:


“Quiero ser astronauta”: Dexter tiene un sueño.

“Pero aún no puedo por que tengo 7 años”: Aunque es consciente del obstáculo que representa su edad (aún), sabe que es sólo una circunstancia temporal.

“Esta carta está dirigida a la NASA, directamente”: Dexter escribe a la NASA, con la misma naturalidad que escribiría a su mejor amiguito del cole o a sus primos de Wisconsin. Dexter no se deja intimidar por la NASA, contempla trabajar con la élite con naturalidad. Dexter no tiene miedo de nadie.

“Quiero ir a Marte”: Dexter tiene clarísimo el objetivo. No está confundido, no se pierde en el todo. Dexter enfoca. Sabe dónde quiere ir. No duda.

“Díganme Uds., Sres. de la NASA, ¿qué tengo que hacer para ir a Marte?: Dexter sabe que ir a Marte implica una tremenda responsabilidad e intuye que habrá de prepararse a conciencia. Pregunta a quien sabe más que él, cuáles son los pasos que ha de dar. Dexter tiene humildad para aprender.

“¿Qué tengo que hacer para convertirme en astronauta?”: Dexter está dispuesto a luchar y a sacrificarse por conseguir su objetivo. Sabe que, no sólo tendrá que estudiar y prepararse muy a fondo, si no que está dispuesto a pagar un peaje en forma de tiempo; dedicación; energía y estoicismo en una palabra. Lo ha interiorizado.

“Me dibujo dentro del cohete”: Dexter realiza una visualización objetiva de su sueño. En su cabeza se ve ya como astronauta de la NASA y pisando Marte. Se centra en el resultado y aunque conocedor del camino que le espera, sin duda duro, la pasión por conseguir lo que ama con todas sus fuerzas está por encima de todo lo demás.


Contemplando la foto del encabezamiento, vemos pura vida. Vida en vena. Vida y alegría a raudales. Contemplando la foto y releyendo la carta, Dexter se convierte en una fuente de inspiración para todos y aplicable tanto a la empresa como a la vida. 

Resumiendo las características que definen al líder de nacimiento:


· TIENE UN SUEÑO

· NO SE DEJA INTIMIDAR POR NADIE

· ES CONSCIENTE DE LOS OBSTÁCULOS, PERO LES HACE FRENTE CON ENTEREZA

· TIENE CLARÍSIMO EL OBJETIVO CONCRETO

· TIENE HUMILDAD PARA APRENDER CONSTAMENTE

· ASUME CON VITALIDAD LA LUCHA Y EL SACRIFICIO PERSONALES QUE IMPLICA EL LOGRO DE SU OBJETIVO

· ES PURA PASIÓN Y PURA VIDA

· TIENE CARISMA Y ES UNA FUENTE DE INSPIRACION PARA EL RESTO


Seguramente los padres de Dexter tienen mucho que ver en que el diamante en bruto que es su hijo, se exprese en estos términos a una edad tan temprana. Sin duda han inculcado en su hijo los valores que hay que fomentar en los niños para que se conviertan más tarde en los líderes de su propia vida y que constituyen la base del éxito personal y profesional. Sus padres le han dado alas para “ser”.

¿Qué hacer sin embargo, cuando no se ha nacido con una carga genética como la de Dexter, ni se goza de unos padres como los suyos?

Copiarlo. Aprender de él. Cuestionarse, veamos:


· APRENDER A SOÑAR DESPIERTO

· PROMOVER LA AUDACIA PERSONAL

· VIVIR APRENDIENDO. APRENDER DE FORMA CONTINUADA DURANTE TODA LA VIDA

· CLARIFICAR LOS OBJETIVOS

· ASUMIR QUE EL CAMINO A LA EXCELENCIA Y EL ÉXITO SON EL FRUTO DE TRABAJO DURO; CONSTANCIA; DISCIPLINA ESTOICA Y RENUNCIAS

· INTERIORIZAR QUE SIN ALEGRÍA DE VIVIR Y PASIÓN ES IMPOSIBLE CONSEGUIR NADA. 

· INSPIRAR A TRAVÉS DE NUESTRAS ACCIONES, NUNCA A TRAVÉS DE NUESTRAS PALABRAS


El líder nace, se es. El líder tiene otra genética. Un ADN diferente, único que le hace sobresalir y destacar por encima de la media. Un líder es vida pura con patas. Un líder es un corazón que late fuerte y un cerebro que no para de soñar cosas que pueden y deben ser hechas de otra manera. Un corazón y un cerebro que van de la mano y no se separan jamás, por que quien separa corazón y cerebro; cerebro y corazón, no puede tomar decisiones sabias.

Pero aún cuando la genética no dota de semejante regalo, siempre se puede copiar. Siempre se puede integrar en la propia vida y en la empresa la actitud del líder, la estructura mental del líder, el modus-operandi del líder y rechazar de entrada las actitudes contrarias a lo expuesto arriba, rechazar los contrarios por definición. Por que las empresas y las personas que no sueñan; que no quieren superar los obstáculos; que no tienen claros los objetivos; que no asumen las responsabilidades; que no tienen humildad para aprender; que no asumen los sacrificios implícitos y que no visualizan sus logros positivamente, no llegan a ningún lado.

Me he convertido en la fan número 1 de este niño fantástico que quiere ser astronauta. Se ha convertido para mí en una fuente inspiradora y motivadora llena de ternura. En mis días más duros, releo la cartita de autos e inmediatamente, aparte de sentirme mejor, vuelvo a interiorizar los básicos del líder total.

Creo que todas las empresas que se precien deberían leer a Dexter y reflexionar de todo lo que podemos aprender de esta criatura de 7 años. 


Yo, a veces, también quiero ser astronauta.