Cuando estudiaba italiano, había un ejercicio que me encantaba y que se llamaba Coherencia textual.
Se trataba de comprender y asimilar el texto, pero sobre todas las cosas el matiz que lo diferenciaba del resto de ejercicios era llegar a la conclusión de sí aquellos textos, maravillosamente escritos, tenían coherencia y transmitían un mensaje bien definido o bien eran sólo palabras bonitas ( y en italiano ya sabemos que las palabras suelen sonar a música pura ).
Como guía de su equipo es fundamental que entre sus palabras y sus hechos no haya grandes diferencias. Difícilmente logrará un equipo fuerte y cohesionado, en definitiva, una empresa que funcione, si no existe una irreprochable coherencia en todas y cada una de sus acciones como Directivo / Gerente / Propietario.
Las personas necesitan líneas claras y definidas, simples.
Sus colaboradores no le seguirán si hoy dice vd blanco y mañana negro.
Si incumple sus promesas.
Si dónde dijo digo, dice Diego.
Si divaga.
Si niega lo que en un momento dado, aseguraba, convencido.
Si, víctima de la arrogancia mas imperdonable, no se disculpa por un ( y muy humano ), error que haya cometido.
Promover y fomentar La Confusión en su Compañía, se traducirá en un equipo desmotivado y errante que, lógicamente, solo le raportará pobres resultados y despedidas poco elegantes.
La coherencia personal y profesional va muy ligada al concepto del Respeto por su Equipo, que es, exactamente la misma coherencia personal y profesional que espera Su compañía de sus colaboradores.
Visualice a Moisés guiando a su pueblo, le ayudará.
No se queje de su facturación si sus palabras van por un lado, sus hechos por otro . Recule, aún está a tiempo.
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